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sábado, 12 de junio de 2010

La explotación legal de cactáceas en el país está desaprovechada






Una mejor regulación no sólo brindaría beneficios económicos, sino además evitaría el tráfico ilegal, señala Gabriel Olalde, investigador de la UNAM



por Isaac Torres Cruz



No obstante que México tiene la mayor biodiversidad de cactáceas en el mundo se ha desaprovechado su comercialización legal debido a los obstáculos que existen en la legislación del país para su protección, señaló Gabriel Olalde Parra, investigador del laboratorio de cactáceas del Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM.



“desafortunadamente, las leyes que buscan conservar este tipo de especies obstaculizan la implementación de proyectos de propagación. Si alguien quiere hacerlo además de cumplir con esto necesita de un buen capital: la ley está menos aún pensada para las personas de bajos recursos”, puntualizó el científico, posterior a su conferencia “Cactáceas, un tesoro nacional en peligro de extinción” en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.



Por ello, se necesita hacer modificaciones correspondientes a la ley de protección y brindar apoyos a los pequeños productores para que obtengan de estos recursos una fuente de trabajo, a la vez que se contribuye a la conservación.



Pero, ¿cómo mejorar la conservación de una especie, quizá en extinción, promoviendo su explotación? Sustentabilidad y control del tráfico sería la respuesta.



MÁS UMAS



Casos exitosos en todo el país han demostrado que el modelo de explotación sustentable funciona. Un caso concreto es el de las Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMAS). El caso de las cactáceas no es la excepción.



De hecho, el asesoramiento de Olalde y otros especialistas permitieron la instalación de una UMAS en el Valle del Mezquital, donde había proliferado el comercio ilegal y disminuido diversas especies.



Así, el tráfico ilegal fue desplazado a través del control de su comercialización, problema que, aunque no se tengan datos específicos, se reconoce como uno de los mayores para la protección de la biodiversidad, indicó el universitario.



“No obstante, las UMAS son insuficientes. Si contáramos con más de éstas y le agregáramos proyectos y facilidades para su propagación podríamos abastecer el comercio internacional”, añadió.



De acuerdo con el investigador, aquellos que comienzan un proyecto de propagación de cactus lo hacen con miras a la exportación, “sin embargo, los comercios actuales ni siquiera logran abastecer el comercio nacional, lo que nos indica que hay una fuente de riqueza que estamos desaprovechando”.



Si bien existen recursos regulatorios en el mundo, como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), sería ingenuo pensar que en el país se cumple cabalmente en materia de cactáceas, campeonas del ornamento.



“El comercio ilegal ha rebasado al legal al respecto, debido a que se sabe, aunque de manera informal, que sigue existiendo saqueo, principalmente por coleccionistas, que se llevan plantas del país sin muchos problemas para su comercio”, dijo el académico, que aunque señala que todas las especies deben ser protegidas, las especies como Strombocactus y las Astrophytum, son de las más vulnerables.



Entonces, mejorar la regulación de su comercio brinda oportunidades de empleo a sectores con situaciones económicas desfavorables evitando que depreden sus recursos; podría ser una fuente de exportación y aprovechar que son de las plantas ornamentales más codiciadas en el mundo por su belleza y, con ambos aspectos, evitar el tráfico ilegal, redondea el científico.



“El país es afortunado de contar con este tesoro, como mexicanos estas plantas son un símbolo y vale la pena protegerlas e implementar estrategias que ayuden a su conservación, y en general a toda la vida silvestre”, apuntó.



isaac.torrescu@gmail.com

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